Homilía para la Ascensión o el 7º domingo de Pascua
Tema: La Misión – Ejercer la iniciativa y la creatividad
Introducción
Hay tres nociones del “Cuerpo” de Cristo. Hay tres tipos de “cuerpo.”
Primero, el cuerpo físico que caminó sobre la tierra hace 2000 años.
Segundo, el cuerpo sacramentado, lo que celebramos en la Eucaristía.
Finalmente, el “cuerpo total,” o el totus Christus, que es el “cuerpo” de toda la humanidad.
El Christo total se refleja en lo que dice Jesús:
Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti, Padre. (Jn 17:11).
La comunidad es la presencia de Cristo en el mundo
Jesús vuelve al Padre y su Espíritu anima a los creyentes.
Nosotros somos el Cuerpo de Cristo.
Cristo es la comunidad que sufre: Lo que haces a ellos, has hecho a mi (Mt 25).
Saulo llevando los cristianos como presos a Damasco. Saulo pregunta Quién eres? Soy Jesús a quien estás persiguiendo.
La Misión
Nosotros somos el Cuerpo de Cristo.
Somos sus pies, manos, boca. Somos su presencia física en el mundo.
Nuestra misión es hacer influencia en el mundo, no rechazar el mundo.
Estamos llamados de construir un mundo mejor, basado en responsabilidad, los derechos humanos, respeto, y diálogo.
Tenemos el poder de hacer influencia.
Creemos que Cristo es la Luz en el mundo y llevamos la luz a los demás.
La oscuridad es la expresión de toda forma de violencia.
La Luz de Cristo enseña la no-violencia. Esto es lo que significa “La Cruz.”
Jesús vivió en tiempos violentos. Enseñó que “el campo de batalla de verdad,” donde la violencia y la paz se encuentran, es el corazón humano: desde el dentro del corazón humano, brotan las intenciones de maldad (Mk 7:21; Papa Francisco, “No-Violencia. El Estilo de Politica,” 3).
Para los cristianos, la no-violencia es un estilo de vida, una actitud que cree que el amor y el poder de Dios es más fuerte. Se cree que ama al enemigo vale la pena y constituye la “revolución cristiana,” dice el Papa Benedicto XVI.
Cómo se inicie este movimiento?
Cómo?
Si queremos un mundo mejor, tenemos que empezar con la familia. La familia es la base de la sociedad. Lo que pasa en la familia, se expresa en la sociedad.
Hay que asegurar que no hay violencia en la familia, como de pleitos físicos o verbales. Hay una violencia que trata de disminuir la otra persona. La familia cristiana rechaza estas formas de violencia que hace daño al otro.
La familia es un santuario y escuela de aprender la no violencia. Los esposos, padres e hijos, hermanos y hermanas, aprendan cómo de comunicarse y mostrar atención por las necesidades del otro, y en que el conflicto puede ser resuelto, no por el poder bárbaro, si no por el diálogo, respeto, buscar el bien del otro, la misericordia y el perdón (Amoris Laetitia, 90-130). Se puede enseñar a los hijos a tomar iniciativa y ser creativos.
El mundo no tiene que seguir la lógica del temor, violencia, y una mente cerrada. Se puede ser construido por la responsabilidad, el respeto, y el diálogo sincero. Por esta razón, el Papa Francisco, en su mensaje el 1ro de enero de este año, ruega que haya una abolición de bombas nucleares que puede destruir y acabar con la humanidad. También, el papa ruega con la misma urgencia el fin a la violencia doméstica y el abuso de las mujeres y los niños (No Violencia, 5).
Conclusión
Hay una tentación entre los cristianos de ser tímidos, dudar en el poder de Dios, y huir de la responsabilidad de pronunciarse auténticamente como personas de fe. Por esta razón, necesitamos un nuevo Pentecostés, el fuego del Espíritu de Cristo que sopla por nuestras mentes y corazones para dar fuerza a nuestros rodillas. Con Cristo, podemos superar los obstáculos.
Pero vamos a examinar a nuestros corazones: qué emociónes o actitudes brotan de allí? Rogamos al Espíritu Santo que los purifica para que podamos ser nuevos constructores, las manos y pies de Cristo, para un mundo mejor.
Empezando con nuestras familias.
Rdueweke mayo 26, 2017
Tema: La Misión – Ejercer la iniciativa y la creatividad
Introducción
Hay tres nociones del “Cuerpo” de Cristo. Hay tres tipos de “cuerpo.”
Primero, el cuerpo físico que caminó sobre la tierra hace 2000 años.
Segundo, el cuerpo sacramentado, lo que celebramos en la Eucaristía.
Finalmente, el “cuerpo total,” o el totus Christus, que es el “cuerpo” de toda la humanidad.
El Christo total se refleja en lo que dice Jesús:
Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti, Padre. (Jn 17:11).
La comunidad es la presencia de Cristo en el mundo
Jesús vuelve al Padre y su Espíritu anima a los creyentes.
Nosotros somos el Cuerpo de Cristo.
Cristo es la comunidad que sufre: Lo que haces a ellos, has hecho a mi (Mt 25).
Saulo llevando los cristianos como presos a Damasco. Saulo pregunta Quién eres? Soy Jesús a quien estás persiguiendo.
La Misión
Nosotros somos el Cuerpo de Cristo.
Somos sus pies, manos, boca. Somos su presencia física en el mundo.
Nuestra misión es hacer influencia en el mundo, no rechazar el mundo.
Estamos llamados de construir un mundo mejor, basado en responsabilidad, los derechos humanos, respeto, y diálogo.
Tenemos el poder de hacer influencia.
Creemos que Cristo es la Luz en el mundo y llevamos la luz a los demás.
La oscuridad es la expresión de toda forma de violencia.
La Luz de Cristo enseña la no-violencia. Esto es lo que significa “La Cruz.”
Jesús vivió en tiempos violentos. Enseñó que “el campo de batalla de verdad,” donde la violencia y la paz se encuentran, es el corazón humano: desde el dentro del corazón humano, brotan las intenciones de maldad (Mk 7:21; Papa Francisco, “No-Violencia. El Estilo de Politica,” 3).
Para los cristianos, la no-violencia es un estilo de vida, una actitud que cree que el amor y el poder de Dios es más fuerte. Se cree que ama al enemigo vale la pena y constituye la “revolución cristiana,” dice el Papa Benedicto XVI.
Cómo se inicie este movimiento?
Cómo?
Si queremos un mundo mejor, tenemos que empezar con la familia. La familia es la base de la sociedad. Lo que pasa en la familia, se expresa en la sociedad.
Hay que asegurar que no hay violencia en la familia, como de pleitos físicos o verbales. Hay una violencia que trata de disminuir la otra persona. La familia cristiana rechaza estas formas de violencia que hace daño al otro.
La familia es un santuario y escuela de aprender la no violencia. Los esposos, padres e hijos, hermanos y hermanas, aprendan cómo de comunicarse y mostrar atención por las necesidades del otro, y en que el conflicto puede ser resuelto, no por el poder bárbaro, si no por el diálogo, respeto, buscar el bien del otro, la misericordia y el perdón (Amoris Laetitia, 90-130). Se puede enseñar a los hijos a tomar iniciativa y ser creativos.
El mundo no tiene que seguir la lógica del temor, violencia, y una mente cerrada. Se puede ser construido por la responsabilidad, el respeto, y el diálogo sincero. Por esta razón, el Papa Francisco, en su mensaje el 1ro de enero de este año, ruega que haya una abolición de bombas nucleares que puede destruir y acabar con la humanidad. También, el papa ruega con la misma urgencia el fin a la violencia doméstica y el abuso de las mujeres y los niños (No Violencia, 5).
Conclusión
Hay una tentación entre los cristianos de ser tímidos, dudar en el poder de Dios, y huir de la responsabilidad de pronunciarse auténticamente como personas de fe. Por esta razón, necesitamos un nuevo Pentecostés, el fuego del Espíritu de Cristo que sopla por nuestras mentes y corazones para dar fuerza a nuestros rodillas. Con Cristo, podemos superar los obstáculos.
Pero vamos a examinar a nuestros corazones: qué emociónes o actitudes brotan de allí? Rogamos al Espíritu Santo que los purifica para que podamos ser nuevos constructores, las manos y pies de Cristo, para un mundo mejor.
Empezando con nuestras familias.
Rdueweke mayo 26, 2017